La policitemia vera, también llamada policitemia primaria, eritremia, policitemia rubra vera o enfermedad de Vaquez-Osler, es un síndrome mieloproliferativo crónico en el cual ocurre un incremento de las células sanguíneas, principalmente de los hematíes.
La policitemia vera, también llamada policitemia primaria, eritremia, policitemia rubra vera o enfermedad de Vaquez-Osler, es un síndrome mieloproliferativo crónico en el cual ocurre un incremento de las células sanguíneas, principalmente de los hematíes. No obstante, también suele presentar leucocitosis y trombocitosis. Afecta principalmente a varones, en edades comprendidas entre los 50 y los 60 años. Es una enfermedad de inicio insidioso y desarrollo lento.
Síntomas
Dificultad respiratoria al estar acostado.
Sangrado excesivo.
Llenura en la parte superior izquierda del abdomen (debido a la hinchazón del bazo).
Dolor de cabeza.
Prurito, especialmente después de un baño caliente.
Coloración rojiza, especialmente en la cara.
Dificultad para respirar.
Síntomas de flebitis.
Nota: algunos de estos síntomas se deben a un incremento en la espesura y coagulación de la sangre.
Otros síntomas que pueden ocurrir con esta enfermedad son:
Coloración azulada de la piel.
Puntos rojos en la piel.
Problemas de visión.
El objetivo del tratamiento es reducir la espesura de la sangre, así como evitar el sangrado y la coagulación.
Se utiliza un método llamado flebotomía para reducir la espesura de la sangre. Semanalmente, se extrae una unidad de sangre (aproximadamente 0.47 litros) hasta que el nivel del hematocrito sea menor a 45 (hombres) o 42 (mujeres). Luego, se continúa la terapia en la medida de lo necesario.
Ocasionalmente, se puede administrar quimioterapia (específicamente hidroxicarbamida) para reducir el número de glóbulos rojos producidos por la médula ósea.
Igualmente, se puede suministrar interferón para reducir los hemogramas. Se puede administrar asimismo un medicamento llamado Anegrelide para reducir los conteos de plaquetas.
A algunos pacientes se les aconseja tomar ácido acetilsalicílico (aspirin) para reducir el riesgo de coágulos sanguíneos, aunque esto incrementa el peligro de sangrado gástrico. La terapia con luz ultravioleta puede reducir la picazón intensa que algunos pacientes experimentan.