Las glándulas salivales producen saliva – algunas veces llamada esputo – y la segregan hacia la boca a través de aberturas llamadas ductos. La saliva ablanda los alimentos, lo que ayuda a masticarlos y tragarlos.
Las glándulas salivales producen saliva – algunas veces llamada esputo – y la segregan hacia la boca a través de aberturas llamadas ductos. La saliva ablanda los alimentos, lo que ayuda a masticarlos y tragarlos. Ayuda a digerir la comida. También limpia la boca y contiene anticuerpos que pueden matar gérmenes.
Los problemas de las glándulas salivales pueden irritar e inflamar las glándulas. Eso provoca síntomas, tales como:
- Mal sabor en la boca
- Dificultad para abrir la boca
- Boca seca
- Dolor en la cara o la boca
- Inflamación de la cara o el cuello
Entre las causas de los problemas en las glándulas salivales se incluyen las infecciones, la obstrucción y el cáncer. Los problemas también pueden deberse a otros trastornos, tales como las paperas o el síndrome de Sjögren