
Normalmente, la sangre es transportada hasta el hígado mediante un importante vaso sanguíneo que se llama vena porta. Si la sangre no puede fluir con facilidad a través del hígado debido a la cirrosis,
Normalmente, la sangre es transportada hasta el hígado mediante un importante vaso sanguíneo que se llama vena porta. Si la sangre no puede fluir con facilidad a través del hígado debido a la cirrosis, la sangre de esta vena se enlentece, y la presión dentro de la vena aumenta. Esta presión arterial alta en la vena porta se llama hipertensión portal.
Síntomas de cirrosis
Pérdida del apetito.
Ictericia (que es el color amarillento en la piel y en los ojos).
Confusión mental (como dificultad para concentrarse y olvidos).
Orina de color marrón oscuro.
Debilidad y fatiga.
Problemas menstruales (en las mujeres).
Comezón en la piel.
Hinchazón abdominal (debido al líquido que se acumula en el abdomen).
Pérdida de peso involuntaria.
Náuseas.
Vomitar sangre.
Tratamiento
Si no alcanza con tomar medicamentos, es posible que una cirugía ayude a detener el sangrado provocado por la ruptura de vasos sanguíneos.