
El café es consumido en gran medida no sólo por su sabor, sino por los efectos que tiene en los consumidores. El grano de café en sí mismo contiene sustancias químicas que son estimulantes para las personas.
El café es consumido en gran medida no sólo por su sabor, sino por los efectos que tiene en los consumidores. El grano de café en sí mismo contiene sustancias químicas que son estimulantes para las personas. Estas sustancias son tóxicas en grandes dosis.
El café en grandes dosis puede causar:
Insomnio, ansiedad, irritabilidad, jaquecas, temblores, agitación nerviosa y taquicardias.
Molestias gastrointestinales, dispepsia, cólicos, diarrea, vómitos, náuseas, úlceras gástricas, alteraciones en la motilidad gastroesofágica y otras manifestaciones neurovegetativas como ansiedad.
Irritación de la mucosa gástrica, hiperperistaltismo y diarrea en pacientes sensibilizados o con colon sensible.
Hipercolesterolemia (especialmente en mujeres); el cafestol y el kahweol que son sustancias que están presente en bebidas de café hervidas y sin filtrar, causan un aumento considerablemente de los niveles de colesterol.
También tiene efectos género-específicos, en algunas afectadas con síndrome premenstrual aumenta los síntomas, y puede reducir la fertilidad en mujeres.
Osteoporosis (mayor riesgo en mujeres postmenopáusaicas).
Riesgos para el feto si una mujer embarazada bebe 8 ó más tazas al día.
Enfermedades coronarias y presión de la sangre
Efecto hipertensor y se desaconseja su consumo a los pacientes afectados por graves desórdenes cardiovasculares o crónicos.
El café está asociado a aumentos significativos en marcadores bioquímicos de la inflamación.
Aumenta el riesgo de síndrome coronario agudo.
Aunque la adicción a la cafeína no genera riesgos tan graves para la salud como otras drogas clásicas como nicotina, cocaína o heroína, mucha gente se ha convertido en adicta en el sentido de no poder dejar de tomarla o seguir tomándola pese arriesgar su salud física o psíquica, solo para evitar los síntomas del síndrome de abstinencia.
El síndrome de abstinencia
Los síntomas típicos del síndrome de abstinencia son:
Dolor de cabeza de diferentes grados
Fatiga, adormecimiento
Dificultad para concentrarse
Dificultad para trabajar
Irritabilidad
Depresión
Ansiedad
Síntomas de resfriado, como pueden ser: nauseas y vómitos, dolor o rigidez muscular, calor y frío…
Deterioro psicomotriz, de la alerta y del rendimiento cognitivo